Inclusión de personas refugiadas y migrantes: ¿Qué pueden hacer las empresas?
Más de 1000 kilómetros de travesía han realizado refugiados y migrantes venezolanos a través de América Latina en medio de la crisis que se vive en su país. Hasta el momento, más de 5,6 millones de personas han salido de Venezuela en esas condiciones.
Y esa es solo una cara de la migración forzada de personas, situación que hoy se vive en muchas partes del mundo, debido a conflictos armados, violación masiva de derechos humanos, o temor a la persecución por raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un determinado grupo.
“Los convenios internacionales comprometen a los países a ofrecer vida digna a las personas que ingresan en calidad de refugiadas o inmigrantes. El primer paso es ofrecer estatus legal para acceder a salud, educación, vivienda y trabajo formal”, indica Jorge Gamero, gerente general de ManpowerGroup Chile.
No obstante, la pandemia ha complicado las cosas, ya que los confinamientos limitan la realización de trámites y la búsqueda de trabajo. ¿Cómo abrir espacios de acogida que permitan una vida digna y que eviten una crisis mayor?
Cultura inclusiva
El primer paso para crear una cultura inclusiva en el trabajo es contar con la información legal pertinente. “Los refugiados y migrantes tienen el derecho legal de trabajar en la mayoría de los países”, señala Jorge Gamero.
Diferentes organizaciones no gubernamentales entregan asesoría para la inserción laboral de personas migrantes y refugiadas, y pueden ofrecer apoyo a las empresas para realizar el proceso de reclutamiento y selección.
“Es importante que las empresas ajusten sus procesos de convocatoria a puestos de trabajo, para que las personas refugiadas y migrantes se sumen a la postulación en igualdad de condiciones”, señala Jorge Gamero.
La experiencia ha demostrado cómo la inclusión de personas diversas fortalece los equipos de trabajo, al sumar talentos, cultura y experiencias variadas.
Mientras se celebra el Día Mundial de las Personas Refugiadas este 20 de junio, cientos de personas quedan varadas en el paso fronterizo Chacalluta, esperando ser acogidas en Chile y sin posibilidad